domingo, 7 de julio de 2013

Mesa para Radioescucha I


Vamos a proceder a construir una mesita de radioescucha partiendo de una de muy baja calidad y bajo precio, concretamente 39 Eurillos, en El Corte Inglés. La mesa en cuestión es la de la primera imagen, tomada directamente, hoy mismo, en los grandes almacenes de la Calle del Carmen con la cámara del teléfono móvil por mi Hijo Miguel Angel. 

Se trata de una estructura en tubo metálico cuyas bases resultan ser de cristal esmerilado de medio centímetro de grosor, estando la superior sujeta por medio de solo cuatro ventosas cuyos tetones penetran en unos orificios que poseen los tubos de la parte superior.

Ciertamente se trata de una mesita muy endeble e inestable; pero vamos a intentar cambiar estas debilidades para que pueda convertirse en una mesa estable donde podamos trabajar con nuestro receptor de Onda Corta y disfrutar de nuestra afición sin peligro o angustiosas incomodidades. 



Hemos escuadrado la estructura para que no tableteara, así de chapuza es la mesa original, mediante unas gomitas de fontanero estratégicamente colocadas en la unión, roscada mediante tornillos de los travesaños con las patas y hemos apretado hasta que la mesa dejó de cojear. Posteriormente hemos retirado El Cristal superior y las ventosas; perforando los orificios donde éstas se sustentaban hasta atravesar los tubos por el otro lado. 

Hemos adquirido en un Taller de Corte, un tablero de madera prensada (6 Euros) del mismo ancho del cristal, 60cms, que traía como base; pero aumentando su profundidad, hasta completar 58 Cms aproximadamente, lo suficiente como para que arrimada la mesa hasta que las patas toquen el zócalo, la base de madera pueda tocar la pared con lo que conseguimos dos cosas muy importantes: Primero, darle mayor consistencia y estabilidad a la mesa y segundo,  impedir que nada se nos caiga al suelo por la parte posterior. 

Hemos realizado cuatro taladros en el tablero coincidentes con los cuatro orificios realizados en los tubos. Hemos adquirido cuatro tornillos de cabeza cónica, no llega a dos Euros, lo suficientemente largos para atravesar el tablero, previamente avellanada la parte superior de los taladros realizados en la madera, los tubos y dejando suficiente largo para que podamos atornillar con una arandela de presión, lo que le da a la mesa todavía mayor consistencia.

Después hemos cortado una tira de contrachapado de medio centímetro de grosor y siete centímetros de ancho con el fin de que al reponer el cristal sobre la superficie de la tabla tengamos una superficie uniforme sobre la que colocar una pequeña estantería con cajones y que iremos viendo en las próximos día y semanas. La utilidad de la estantería será fundamental para que nuestro receptor pueda estar a la altura de nuestra vista y los mandos a la altura de nuestra mano con el codo apoyado en la mesa sobre una superficie almohadillada como podría ser la alfombrilla de un ratón.



Colocamos el cristal sobre la nueva base de madera prensada y comprobamos como tenemos una superficie estable, nivelada y con una continuidad uniforme; que es lo que andábamos buscando. En los próximos días pintaremos de blanco la madera cuidando de no manchar el resto de la estructura de tubo y cristal. Cuando tengamos la estantería, realizada con retales de contrachapado de un centímetro y medio de grosor irá sujeta, no pegada, con tornillos de rosca madera y pasantes; pero eso lo iremos viendo poco a poco.


Continuará en próximas entradas conforme vayamos completando los pasos.

Pasar al paso II

Aralba