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martes, 21 de diciembre de 2021

Lección 34, Octavo Grado, Tercera Orden

 "Infiltración"


-La Contraverdad-


Desde tiempo inmemorial se nos viene inculcando que somos de éste Mundo, que éste Universo nos pertenece y que podríamos estar siendo infiltrados por algún tipo de cultura o culturas alienígenas. Ahora nosotros vamos a poner, delante de tí, el espejo de la única Verdad.


Vives en y dentro de una Cósmica mentira, porque si hay algo o alguien que infiltra éste Mundo, somos nosotros. Sí, tú y yo. No somos de aquí, venimos de otro Mundo, uno muy lejano, de otro Plano Dimensional, y al que, de momento, parece que no podemos regresar.


Nuestro "Status", respecto de nuestro Lugar de origen es de "Deportados" y, por lo tanto, al estar viviendo en éste Mundo sin conocer que no es nuestro Mundo verdadero, somos elementos infiltrados en él.


La Civilización extraterrestre supertecnológicamente avanzada, no debemos buscarla fuera de nosotros sino en nosotros mismos. Solo tenemos que mirar a nuestro alrededor y convenir con nosotros que de existir, en éste Mundo, una anomalía que no cuadra con su conjunto, somos nosotros, la Humanidad.


¿Nunca se pasaron a pensar, el por qué la Humanidad es la única Especie Tecnológica del Planeta?. Fíjense que no utilizamos la expresión "Inteligente", para referirnos a la diferencia entre nosotros y el resto de habitantes del Planeta, dado que entendemos que la Inteligencia es algo consustancial en el Multiverso; pero su manifestación es lo que marca la diferencia. En ese sentido, somos la única Inteligencia Tecnológica sobre el Planeta Tierra.


Todo aquí, alguien dijo, conspira contra el Ser Humano, del mismo modo que los elementos defensivos de nuestro Organismo atacan a cualquier elemento extraño e invasor procedente del exterior. Exactamente, usted está pensando correctamente, la Humanidad, en éste Planeta, es una suerte de Germen infiltrado en su Cuerpo, del mismo modo que nuestros organismos están infectados de virus, bacterias, hongos y parásitos.


Nosotros, los seres humanos, somos el parásito infiltrado en éste Mundo, con una única intención. ¿Cual podría ser esa intención oculta?: Su Destrucción, su aniquilación.


Nosotros fuimos los últimos en llegar a éste Mundo. En él, sus primeros habitantes, fueron los arcontes, quienes gobernaban como diferentes jerarquías en las fuerzas de la Naturaleza, después vendrían los minerales, vegetales y animales, de quienes adquiriríamos su materia, su genética, para básicamente manipulandola, conseguir los cuerpos que hoy poseemos con el fin de poder movernos y vivir en el Mundo en el que nos encontramos infiltrados.


La Humanidad somos agentes infiltrados de destrucción hiper masiva o, mejor dicho, los barrenderos cósmicos encargados de dinamitar una anomalía cancerígena y hacerla desaparecer reparándola para que sus elementos se transmuten y regresen a su Estado primigenio, anterior a la anomalía Cósmica conocida como "La Creación". Hubiesen mandado doctores y sanitarios si el problema pudiera resolverse sin violencia; pero mandaron soldados fuertemente armados, nosotros.


Los verdaderos habitantes de éste Planeta, de éste Mundo, de éste Universo, son sus gérmenes invisibles a nuestros ojos sin un microscópico. Nos parecen chiquitos y fácilmente eliminables; pero no se equivoquen. Ellos, los arcontes, viven en otra dimensión espacio temporal diferente a la nuestra; pero si esa barrera que nos separa cayese, lo cual es posible, nuestras respectivas realidades colisionarían pudiéndolos ver como en realidad son: terribles y gigantescas monstruosidades capaces de alimentarse de nosotros, del mismo modo que los cetáceos y el tiburón ballena se alimentan de plancton marino.


Supongo que a algunos de ustedes esto les sonará a las temibles y monstruosas entidades de los Mitos de Cthulhu, supuestamente, creados por la calenturienta mente de Howard Philippe Lovecraft. El problema de todo ello es que no es fantasía, sino su visión de la Realidad de los seres con los que compartimos este Mundo, porque ellos son sus verdaderos habitantes primigenios y nosotros somos los invasores. Unos soldados infiltrados para exterminarlos a ellos y a su Mundo. Un Mundo infecto y maléfico que, de no contenerse, podría propagarse por todo el Cuerpo del Pleroma.


Somos un Agente Infeccioso programado cuya misión es extirpar un cáncer contagioso con metástasis en todo el Universo. Nuestra Procedencia ya la conocéis, como partículas fragmentadas e individualizadas de un Ser Cósmico extramadamente poderoso y conocido, por los gnósticos, como el Demiurgo. No nos recompondremos, como tal Ser, hasta que hayamos, la Humanidad, cumplido con nuestra Misión Sanitaria.


Éste Mundo no es lo que te han contado en la Escuela. Es un Mundo putrefacto y podrido en permanente expansión. Una expansión que resultará imparable si no cumplimos con nuestra Misión. Una misión complicada, dado que nuestros cuerpos provisionales están constituidos por la misma materia que debemos de combatir. Eso significa que, en nuestro interior, existe una Batalla entre nuestra misión cósmica programada de destrucción y el instinto de supervivencia de las células que componen nuestro Organismo.


Y en esa Guerra andamos.


Aralba Pensator Minister, Frater R+C