"Nunca perder la esperanza"
-Tenemos todo el tiempo del Mundo-
Generacionalmente, la vida es tan corta que los individuos de nuestra Especie, apenas somos capaces de actuar con miras a largo plazo; pero hay que tener en cuenta, así nos lo muestra la Historia, que cada Siglo conlleva drásticos cambios que pudieran hacer pensar a un posible testigo externo de estar viviendo en mundos distintos.
Muchos son los que se deprimen y entran en un proceso de depresión, al contemplar como el Mundo actual no se corresponde con las costumbres y valores morales en los que, de pequeños, fuimos educados. Algunos pierden las formas y se rebelan violentamente haciéndole el juego a los arcontes, el verdadero Enemigo de la Humanidad Espiritual. Otros, con cierta capacidad de remedación, se adaptan a las nuevas formas aceptadas y reprimen la lucha interna que se da entre el adoctrinamiento antiguo y el más moderno. En éste caso, igual que en el anterior, esa energía del Mundo del Deseo, desperdiciada en la lucha interior, en lugar de externa, también va para alimentar el hambre insaciable de los arcontes.
Como hemos repetido en algunas ocasiones, debemos de reconocer que nuestro conocimiento es muy limitado y que, en verdad, no conocemos a ciencia cierta, lo que está bien y lo que está mal. Esto visto desde la perspectiva de la Personalidad es frustrante salvo que, ésta, tenga acceso al conocimiento interior que afluye hacia el exterior mediante la Intuición.
La Intuición o vocecilla del Maestro Interno es el clavo ardiendo al que toda personalidad madura se agarra con el fin de no perder el equilibrio emocional y así impedir convertirse en pasto para los arcontes. Este hecho, mencionado en el párrafo anterior es lo que siempre se ha conocido como "Esperanza".
Porque la Esperanza es hija de la Intuición; en tanto que el Individuo recibe un cierto consuelo de parte de su Ser Interior, que le dice, no te apures, aunque los habitantes del Mundo se dirijan, por un camino equivocado, hacia la autodestrucción temporal y material, tú debes de seguir tu vida sembrando tu granito de arena; pero sin intervenir e inmiscuirse, de forma directa, con la monstruosa directiva de la Sociedad.
Ciertamente, hay cosas que están fuera de tu posibilidad de decisión. Existen Estados, políticos y leyes que hacen que, aunque te sientas libre, jamás podrás serlo a nivel vital. Lo único que debes de hacer, en estos casos, es elevarte a un nivel espiritual y abandonar a tu Ser Exterior a su suerte. Parece duro decir esto; pero te aseguro que armarte para defender tu capacidad de decisión es lo que los hambrientos arcontes desean con el fin de que las bajas pasiones se desborden y así, también un inútil, para nosotros, derroche de energía.
Sé inteligente, persigue el despertar y deja que sea tu Maestro Interno el que dirija tu Vida porque, aunque a veces te parezca que no, Él sabe lo que hace y, ten por seguro, que siempre hará lo mejor para tí porque también será lo mejor para él. Nunca cargues con el karma de nadie, por muy cercano que te sea; deja que cada Individuo actúe por su propia cuenta y nunca te conviertas en su Juez aunque estés convencido de que su actuación sea incorrecta.
Sé, me consta, que te incomoda que te estén obligando a seguir ciertas directivas, como vacunarse a pesar tuya, a permitir que tu pareja pueda abortar aunque tú estás convencido de que se trata de una terrible tragedia. Observas como una ideología LGTBIQ inmoral se impone a tus hijos en las escuelas y tú, como miembro del APA, nada puedes hacer pues te encuentras solo y tu poder y fuerza moral son inútiles, en tanto que sabes que aquellos que nadan contra corriente, las fuerzas los abandonan y terminan ahogados.
Miras hacia el Cielo y compruebas los efectos de la Ingeniería Meteorológica; pero a través de los medios de comunicación te bombardean con el Cambio Climático para que te sientas culpable a título individual. Sabes, lo tienes claro, que tu abuela, madre y esposa siempre fueron quienes mandaban en el Hogar; pero ahora te dicen que eso no es suficiente y ahora mandan o quieren mandar un poquito más, aunque para ello tengan que aprobar leyes de discriminacióm positiva, que no deja de ser otra cosa que ampliar la grieta de la desigüaldad.
Se dice que las cosas grandes se arreglan desde las pequeñas; pero la vestimenta de hombres y mujeres siguen siendo diferentes y hasta la aboronadura de blusas y camisas, chaquetas y abrigos son diferentes. El calzado igualmente es muy diferente. Entonces, quieren cambiar la Sociedad por el tejado en lugar de desde los cimientos y eso me parece que es un terrible error que lleva, de forma inevitable, a la confrontación tan deseada por los arcontes.
Entiendo que los cambios pudieran ser buenos; pero también que estos no deben de producirse de forma radical sino de forma progresiva; pero el Mundo Profano no tiene paciencia pues quiere ver sus deseos cumplidos en vida y, lo lamentable es que no creen que pudiera existir vida después de la muerte. Todo para Hoy y si es para Ya, mucho mejor.
Pero tú, mi Querido Amigo, mi Querido Hermano, no perteneces al Mundo Profano, salvo que te encuentres aquí, leyendo esto, por equivocación. La Paciencia mantiene a las emociones y deseos a raya, permitiendo que no seas atacado por los arcontes, tan ansiosos por la Energía de tu Alma.
Rehuye, no lo confrontes, aquello que tú consideras erróneo e inadecuado. Aléjate del apego hacia las personas cercanas y deja que continúen con su vida; pero eso sí, no cargues con su Karma en caso de no estar de acuerdo con sus acciones. Sí, porque tú no puedes se cómplice de lo que hagan o quedarás atrapado en su trampa kármica. Abandónalos o deja que marchen, tranquilos, sin mayores aspavientos.
Recuerda que todos somos uno y aunque os separéis, temporalmente, siempre habéis estado y siempre estaréis unidos; pero deja que circule el aire entre vosotros, ábrele un espacio para que pueda decidir y actuar con libertad. La responsabilidad, para bien o para mal es suya, no tuya. Si tomas esa responsabilidad como tuya no solo estarás interfiriendo con su destino sino que cargas con un peso que no te corresponde y te convertirás en diana de las fuerzas invisibles de éste Mundo.
Tu Esperanza consiste en regirte por la vocecilla de tu interior y reconocer que tú no eres el guardián ni el juez de nadie y cada cual tiene lo que necesita en cada momento. Tu Esperanza te dice que todo mal solo es bien en formación y que pase lo que pase todo será para bien. Tú tranquilo y mantén la esperanza. Si lo haces así, no te involucrarás con el Mundo Profano convirtiéndote en un Juez Cósmico que no puedes ni debes de ser.
La Esperanza, querido Hermano, es esa Coraza que te proteje de las inclemencias del Mundo exterior. Te protege de los ataques de los arcontes; pero también de las personas tóxicas que pudieran desearte el mal. Solo tienes que no involucrarte ni confrontar a las fuerzas de éste Mundo, salvo que así lo haya decidido tu Maestro Interior. Mantén un perfil bajo y no dejes que metan cuerpos extraños dentro de tu cuerpo salvo que no exista otra opción. No seas cobarde y evita aquellas cosas de las que tú dudes que pudieran ser correctas; pero sin que la Ira o la Rabia sean las estúpidas armas que enfrentes.
Busca siempre la opción menos agresiva y si no existe, fínta el problema y huye si fuese necesario. En último término, si la confrontación fuese inevitable, porque ella te ha encontrado, confía en tu Maestro Interior y en qué tu Destino él lo ha escrito y confía, porque confianza y esperanza son una misma cosa.
No es cierto que un Guerrero del Espíritu deba de alzar arco, flecha y espadas de éste Mundo. Esas espadas, arcos y flechas solo son analogías que nada tienen que ver con el Mundo de los efectos. Recuerda que Jesús tomó la espada de Pedro y se la envainó mientras reponía la oreja del legionario herido. No se pueden usar las armas del Cesar para confrontar al Cesar, sino las de Dios, y la Paciencia es la mejor de todas, en tanto que también es un ingrediente esencial de la Esperanza.
Recuerda que tienes todo el tiempo del Mundo. Para tu Espíritu, ésta Vida solo es un pequeño escalón de una escalera infinita y que tú solo eres una herramienta prescindible. Intenta estar siempre afilada para que, siendo útil a su Dueño, el Espíritu, pueda utilizarte durante el mayor tiempo posible, quizá, solo quizá, para Siempre jamás.
Aralba R+C