domingo, 6 de febrero de 2022

Lección 46, Octavo Grado, Tercera Orden

 "¡Solo lo esencial!"


-Las palabras son sólo eso, palabras ¿O no?-


Nosotros siempre hemos indicado que el "Lenguaje" siempre posee un importante componente colonizador y, por lo tanto, sí las palabras poseen su valor y su importancia.


Cristo, Amor y Cristificación de la Personalidad (Salvación), son palabras que todos deberíamos de inscribir a fuego y sangre en el dorso de nuestra mano para que pudiésemos leerlas a cada momento y no olvidar la importancia trascendental que todas ellas poseen.


Si estuviéramos en Asia, China, la India o Japón, estaríamos hablando de Buda; pero estamos en Occidente, la Cultura originaria de Mesopotamia. Y Egipto que enraizó en el Continente Europeo mediante Grecia primero y Roma después con el surgimiento del Cristianismo como su Religión de Estado: Una suerte de sincretismo entre la religión de los vedas, los persas y las escuelas de misterios egipcias; pero transformado, todo ello, en una suerte de Religión monolítica de carácter monoteísta. La Religión Judía, de donde parte, no es otra cosa que una versión monoteísta de la antigua Religión Mesopotámica, de la Tierra de Noé y de Abraham; pero helenizada con el Pensamiento de Pitágoras y de Platón.


En ese sentido, fijaos si es importante la Palabra Cristo, "el Ungido", que representa al propio Dios manifestado en su Creación. Cristo es la Esencia de la existencia y, por lo tanto, de la Forma y de la Vida; pero también de la procreación mediante la división, clonación de sí mismo, el Dios Creador, y lo más importante, del Amor.


Cristo es Dios pero no un Dios Personal y monolítico sino Dios en todo. Dios manifestado como una plenitud en todo y en todos. Cristo, además de ser la única posible fuente del Amor, también es la fuente de salvación de la Consciencia, en tanto que para que exista una Personalidad, tal y como la entendemos, es necesaria la existencia de una Consciencia. 


Y los seres conscientes, en tanto que formados de materia, por naturaleza, están condenados a su desaparición, a la inconsciencia; pero gracias a Dios, a Cristo, esto no es así para siempre, dada la existencia del proceso de Cristificación o de Salvación de la Consciencia ergo de la Personalidad.


Ya dijimos que Cristo es Dios en Todo y ahora decimos que el Amor es su vehículo de manifestación y por el cual es posible el hecho de la Salvación del Alma.


La Cristificación, de la que ya hemos hablado en múltiples ocasiones, es la salvación o preservación de la Consciencia material de la Personalidad mediante su ascensión a un nivel vibratorio superior. Esto sucede cuando la información del alma mortal, incluidos tanto sus recuerdos como la consciencia, son trasvasados, siempre mediante el Amor de Cristo, del alma mortal, inscrita en la Materia temporal, al Alma Inmortal inscrita en el Espíritu y donde mora, en toda su plenitud, Cristo; es decir, Dios.


Cuando ese proceso de Amor, el de la Cristificación, se ha completado podemos decir que el Hijo del Hombre ha sido salvado al haber sido transmutado en Hijo de Dios y su experiencia y consciencia son preservadas para siempre en el propio Cristo que no deja de ser otra cosa, nada menos, que la Esencia de Dios. Por lo tanto, cuando decimos que Cristo es Dios es tan verdad como cuando nombramos a Dios no solo como la fuente del Amor; sino que Cristo-Dios es Amor. 


La Fuente es una cosa y cuando se abre fluye el agua. Aquí no es así, dado que tanto Cristo como el Amor son el propio fluido, no hay fuente separada del agua ni agua separada de la fuente. Aquí ambas cosas son la misma.


La Cristificación o salvación de la Personalidad es una Gracia, debida al Amor de Dios, que no hay que pagar o luchar por ella sino solo aceptarla. Por ello se menciona de forma repetidamente que la salvación procede de la mera aceptación del Nombre de Cristo nuestro Señor. Es como si te ofrecieran un regalo y tú solo tuvieses que aceptarlo o rechazarlo y ahí es donde entra la Fé. La Fe es la manifestación de la inexistencia de desconfianza. 


¿Por qué podría rechazarse un obsequio de tal magnitud? Por miedo, el hijo predilecto de la ignorancia. Por superstición podemos creer que se nos ofrece un caramelo envenenado que nos lleve a una suerte de infierno y, quizá, prefiramos seguir viviendo en la carne hasta que ésta se corrompa y muera. Esa es la principal causa por la que se puede rechazar el Amor de Cristo como fuente de salvación, la falta de Fe en lo que de forma gratuita se nos ofrece.


Preguntémonos que es lo que podemos ganar o perder con ello, de aceptar tan divino regalo.


Perder, en caso de que fuese falso, no perderíamos nada pues nada habría y nos quedaríamos como estábamos pasando, en el fin de los días, a la inexistencia e inconsciencia que, supuestamente, habríamos tenido antes de haber nacido.


Ganar, lo ganaríamos todo, pues de no tener nada habríamos obtenido la vida eterna de la Consciencia, así como el no perder nuestros recuerdos y llevarlos con nosotros junto a Cristo nuestro Señor. Sí, habríamos pasado a ser el Vehículo preservado por Dios para su presente y futura manifestación.


Por lo tanto sí, de nuevo, las palabras, al menos ciertas palabras son más importantes que las demás y hoy se te han mostrado todas aquí:


Cristo (Dios)

Amor (Esencia Divina)

Gracia (Las dádivas derivadas del Amor)

Fe (La aceptación de dicha Gracia)

Cristificación (El proceso de Salvación del Alma Personalidad y su Consciencia)


Aralba R+C