viernes, 22 de abril de 2022

Lección 77, Octavo Grado, Tercera Orden

"No temas enfrentar al Guardián del Umbral"


-Prepárate para enfrentar a la Sfinge-


Cuando se trata de la Rosacruz, lo primero que se piensa es en una cierta parafernalia ritualistica. Por cierto, algo que nace con la Masonería y que poco o nada tiene que ver con la Rosacruz reformista original; pero lo que, en realidad, todo el mundo conoce, por la Novela "Zanoni", de Edward Bulwerd Litton, y por los trabajo de Rudolph Steiner, primero, y de Max Heindel, después, es a esa extraña y tenebrosa Entidad conocida como el "Guardián del Umbral"


El Guardián del Umbral, una figura mítica, en muchas ocasiones, mal comprendida y que todo Estudiante de la Rosacruz, en un momento u otro de su vida, deberá de afrontar. No se puede decir que uno se encuentra iniciado si no ha superado la prueba del Guardián del Umbral; de hecho, es un requisito previo y la prueba final mediante la cual podemos estar seguros de encontrarnos iniciado en los Misterios Menores de la Rosacruz, que hemos pasado por el Grado de Probacionista y entrado, de lleno, en el Discipulado. El verdadero Adeptado ya son palabras mayores y de lo que trataremos, profundamente, en otro momento.


Al Guardián del Umbral, los seres humanos, ya seamos o no estudiantes de la Rosacruz, nos enfrentamos de continuo cuando tenemos esas terribles pesadillas que nos despiertan temblando de forma abrupta y bañados en un sudor frío producto del pánico y del terror. 


Hasta tal punto se ha modificado éste Personaje, de nuestra propia Personalidad y que mora en el Umbral que separa a los dos mundos, que la mayoría tiene un miedo visceral a enfrentarlo; pero lo cierto es que ese encuentro será inevitable si, en verdad, deseamos prosperar en el Camino Iniciático de la Rosacruz.


En primer lugar, mi querido amigo, tenemos que quitarnos de la cabeza esa idea gótica que tenemos inculcada acerca de que el Guardián del Umbral es nuestro Enemigo. No, en modo alguno lo es. Él existe para protegernos no para asustarnos. El que nos asuste el guardián del Umbral solo es un síntoma de que, por ignorancia, aún no nos encontramos preparados para ser iniciado. 


Cuando acá hablamos de Iniciación, nos estamos refiriendo, no a una suerte de grados ritualisticas externos, sino a la única Iniciación posible y que es interna: El encuentro, cara a cara, con Cristo nuestro Maestro Interior y esa es la consecuencia directa y consecutiva de haber enfrentado al Guardián del Umbral con éxito 


Es por ello, que es importante estar mentalizado, previamente, de que el Guardián del Umbral no es un monstruo devorador de almas sino un Amigo que se encuentra, donde está, para protegernos y evitar que traspasemos el Velo de Isis sin la necesaria preparación. 


Cruzar el Umbral de los Misterios Menores supone traspasar la barrera del Discipulado y comenzar el Camino del Adepto, cuando alguien ya es digno de ser denominado como Hermano de la Rosacruz.


Sobre el Guardián del Umbral, la Sfinge o el Ángel de la Ventana de Occidente se ha hablado largo y tendido. Nosotros mismos tenemos varias reflexiones al respecto; pero es importante volver sobre esto, de vez en cuando, en tanto que su importancia es vital para todo Estudiante de la Rosacruz que desee prosperar en la Vía Iniciática.


El Guardián del Umbral no es algo ajeno a nosotros mismos. Eso nos tiene que quedar muy claro. El Guardián del Umbral es un elemento imprescindible de nuestra propia Personalidad; es decir, todo el mundo lo posee y es algo así como un Vigilante de Seguridad que funciona a modo de una Alarma y que está situado al borde del Abismo, Umbral, que separa el Mundo onírico ordinario del Mundo Espiritual de Shambala que se encuentra en la Esfera Reflectora y donde mora nuestro Ser Interno. 


Shambala es la Sede de la Gran Logia Blanca y donde se encuentra la morada espiritual del verdadero "Colegio Invisible de la Rosacruz". En realidad, Shambala, la Capital de Agharta, donde mora el Gobierno Espiritual del Mundo, solo es, nada más y nada menos, que el punto de tránsito entre el Mundo que conocemos y aquel otro que olvidamos y que, en realidad, es nuestro verdadero Hogar, el Pleroma o Plano Celestial.


La cuestión es que si la Personalidad no se encuentra preparada para traspasar el Umbral que separa los dos mundos, de no existir el Guardián, se destruiría y eso supondría entrar, para la Mente, en el Mundo de la Locura, en tanto que la Personalidad quedaría totalmente descuartizada y desestructurada. Por lo tanto, el Guardián del Umbral es necesario para impedir que podamos pasar a un Plano Superior de existencia si no nos encontramos preparados para ello. Pero ¿Cómo consigue el Guardián evitar que, en general, las personas no preparadas traspasen el Umbral?, ¡mediante el susto!. Ese susto o miedo instantáneo que produce nuestro buen vigilante es lo que hace que desistamos de intentar traspasar el Umbral y que regresemos bruscamente al Mundo de la Vigilia.


Pero, aún sabiendo cómo se nos muestra, ¿Qué es en verdad el Guardián del Umbral, de que se trata? Cómo hemos dicho ya, no se trata de un Personaje externo a nosotros; pero tampoco es eso otro que nos ha contado la Teosofía. No se trata del Karma acumulado de vidas pasadas y que toma la forma de un tenebroso fantasma. Se trata, tan solo, de la parte de nuestra Personalidad no visible, la Sombra que llamara Jung, es nuestra parte desconocida. Bueno, una porción nuestra que desconocemos y que forma parte de la pirámide que conforma nuestra personalidad; pero que está íntimamente ligada a la Figura del Maestro Interior.


Vamos a poner un ejemplo. Vosotros vivís en un edificio de diez plantas, a dos viviendas por planta. Es decir, habitáis en él veinte vecinos. De esos veinte vecinos más sus familias, lo más probable es que solo tengáis trato con solo cinco o seis de elos. 


Al resto, es posible que los conozcáis de cruzaros en la escalera o por asistir, una vez al año, a la reunión de vecinos. Esa Comunidad de Vecinos es la Personalidad y tú eres el yo, o uno de los yoes dirigentes; pero tú sabes que siempre hay algunos vecinos que suelen ser más introvertidos, más obscuros, menos asequibles y bueno, uno de esos vecinos, como analogía de la Personalidad, sería el Guardián del Umbral. Ese vecino al que no conocemos, mal encarado, y al que apenas nos atrevemos a dirigirnos a él salvo para un rápido buenos días o buenas tardes. Pues bien, ese miedo es el que se debe de superar para enfrentarnos al Guardián del Umbral. 


Él es uno de nuestros vecinos, es una parte importante de nuestro vecindario y que cumple una función sanitaria preventiva. Es solo la ignorancia lo que nos hace tenerle miedo. Yo ahora, desde estas palabras, te digo: No le tengas miedo al Vigilante del Abismo. Él es uno de tus mejores amigos y solo desea lo mejor para ti.


La próxima vez que lo encuentres, en tus sueños, no huyas como alma que lleva el diablo sino párate y saludalo. Entabla una conversación amistosa con él y aprende con él. Si no estás preparado para pasar, el te instará amablemente a que regreses a la vigilia y te invitará a un nuevo encuentro donde podáis seguir charlando y con sus cuestiones, como la Sfinge, te seguirá probando hasta que sienta él que te encuentras preparado y entonces, solo entonces, te dejará cruzar el Umbral para, a continuación, descubrirte a ti mismo, tu verdadero Yo. 


Tu sorpresa será mayúscula, cuando hayas superado la Prueba y descubras, ahora sí, que el Guardián no era, ni más ni menos, que tú mismo reflejado como en un espejo psíquico y que, además, para más INRI, nunca dejó de ser tu propio Ángel Guardián, tu Cristo y Maestro Interior. Un Cristo que te esperaba luminoso al otro lado; pero que se te mostraba, en éste lado, como algo oscuro y tenebroso.


En el fondo tú siempre has sabido que ese lado obscuro que no te atreves a mostrar, tu sombra, también eres tú y que esa sombra aquí es la Luz de allá. Porque lo que es Luz del otro lado aquí se nos muestra como tinieblas y lo que acá nos parece prístina Luz allá es mera oscuridad. Es como la materia y la antimateria. En un mundo de materia, la antimateria es su antagonista; pero en un mundo de antimateria ésta se muestra como la verdadera materia y su antagonista, la materia, haría las funciones de antimateria.


Para salir triunfante en el enfrentamiento con tu Guardián del Umbral, lo importante es salir de la ignorancia y reconocer lo que aquí te estamos contando. Mientras antes te mentalices con ésta verdad, antes verás a ese ser supuestamente tenebroso, que en realidad es pura luz, como a tu mejor amigo. Un Amigo con el que podrás charlar y al que poder contarle tus más íntimos problemas. Un Amigo que, un día, cuando él considere que te encuentras preparado para ser iniciado, te dejara pasar, te dará la bienvenida y, delante de tí, se transmutará en lo que nunca dejó de ser, tú mismo, tu verdadero Ser. 


Aralba R+C