"Arqueología de Cristo antes de Cristo"
-Cuando los nombres son lo de menos-
"Teofanía significa manifestación, aparición o revelación de la divinidad. Deriva de la voz griega θεοφάνεια (theopháneia), palabra que se compone de θεός (theós), que significa Dios, y φαίνω (phainō), aparecer."
"Neolítico: El Hombre Verde
Sumeria: Dumuzi/Tammuz
India: Chrisna/Murugan
Egipto: Horus
Grecia: Dionisos
Israel: El Ángel del Señor
Persia: Mitra
Medio Oriente: Cristo
Medioevo: El Caballero Verde; o santos como San Jorge.
México: Quetzalcoatl
Perú: Viracocha
Actualidad: El Arcángel Miguel y Maestros Ascendidos canalizados.
etc, etc…"
Queridos amigos, vamos a tratar un Tema extremadamente delicado, pues puede tocar ciertas sensibilidades; pero, en lo posible, intentaremos ser respetuoso, no ya con las diversas creencias sino con sus creyentes.
El Tema de Jesús, Cristo y Jesucristo, lo hemos estudiado en diversas ocasiones y entendemos que, para no ser reiterativos, debemos dejar en manos de nuestros lectores, los anteriores trabajos redactados y que tocan éste Tema; no obstante, sin querer ser exhaustivos ni rigurosos; eso se lo dejamos a los historiadores y mitólogos, veremos la relación que existe entre los personajes o arquetipos más modernos y los más arcanos y remotos. Para todos aquellos que deseen profundizar en cualquiera de estos personajes, les insto a que investiguen indagando en Internet o en las viejas enciclopedias que, lamentablemente hoy, han caído en desuso.
Muchos de entre vosotros os habréis preguntado, como lo hicimos nosotros en su día. Bien, aceptando que la figura Teológica de un Jesucristo Hombre y Dios, hubiese existido, en Palestina, ente los años 1 y 33 de nuestra Era, ¿Quien asistió a la Humanidad en los miles de años anteriores antes de que la Natividad del Señor diera lugar en el Siglo I y en el año 1?
En todas y cada una de las tradiciones mencionadas se habla de un Hombre Dios nacido de una Virgen en el Solsticio de Invierno y que muere, mediante algún tipo de sacrificio en el Solsticio de Verano. Aquí, la Virgen es la Tierra, la Criatura, son los frutos de la Tierra entre el Solsticio de Invierno y el Solsticio de Verano y el Padre, evidentemente es el Sol que fertiliza con su luz y calor una Tierra que durante el frío estival ha permanecido seca e infertil. Esa Criatura era el Hombre Verde en la Prehistoria, el Caballero Verde en la Cultura Druida de los Celtas del Medioevo, es el Jesucristo de los padres de la Iglesia y el San Miguel de los seguidores actuales de la "Nueva Era"
Hay ciertas diferencias y matices dependiendo de las diferentes culturas y sus diferentes tiempos cronológicos. Sin ser un experto en mitología comparada, no lo pretendemos, sí que podemos hablar, con fundamento, acerca de que estos arquetipos, más que divinidades, se han interpretado como "Estados de Consciencia", "Dioses puros o divinidades", "Hombres transformados en dioses" o dioses que asisten a hombres héroes"
Así tenemos el Estado Búdico, alcanzado por el Príncipe Gautama, que es exactamente lo mismo que el Estado Crístico, del Jesús judío descendiente de la Estirpe del Rey David. En otros casos, como ejemplo, la Divinidad Horus estaba encarnada en el propio Faraón y Dionisos era un Dios griego que no poseía alguna correspondencia humana.
Sea como fuere, en todos los casos existe un Conocimiento exotérico pervertido o desvirtuado donde un Estado de Consciencia, ya sea búdico, crístico u otro (es lo mismo), se personaliza o en un Dios intangible como Ahura Mazda u Horus o en una Persona que, de algún modo, es la encarnación del Dios como Zoroastro o Jesús…
De esa interpretación parcial y exotérica han surgido todas las religiones existentes desde el Mazdeismo hasta la última de las sectas derivadas del Cristianismo Protestante, pasando por las otras religiones abrahámicas, de carácter monoteísta y las, más antiguas, politeístas en las que cada una de las divinidades representaban una característica particular del propio Arquetipo Divino y donde ese Arquetipo, como hemos dicho, no es otra cosa que un determinado y elevado Estado de Consciencia.
Relevante, en el Hinduismo, es Chrisna donde el Dios no está unificado en una única Persona sino que es el acompañante de ésta, representada por Arjuna.
La Gnósis Cristiana, el Esoterismo Cristiano, anterior a la fundación del Cristianismo, como la Religión de los Padres de la Iglesia, en la Época de Constantino, entendía que Cristo era un Estado de Consciencia que fue alcanzado por el Rabino judío Jesús ; pero que pudo ser alcanzado, en el pasado, o serlo, después de Jesús, por otros hombres.
Así Cristo, en tanto que la manifestación consciente de Dios en los hombres, ha existido desde que la Humanidad existe, independientemente de que los hombres, en las diversas épocas, hayan denominado a ese Estado, de un modo u otro, o se le haya concedido una naturaleza humana, divina o ambas.
Evidentemente, tanto el punto de vista neolítico, representado por el Hombre Verde, el druídico representado por el Caballero Verde o el Gnóstico que, al igual que el Búdico, entienden que Buda o Cristo no son personas sino la Consciencia de la Divinidad, ya sea denominada Nirvana o Pleroma, en los seres Humanos; no obstante la personificación de un Cristo y no de muchos Christos obedece a la naturaleza unitaria y totalitara de la propia Esencia Divina.
Ya sea "Padre, Madre e Hijo", "Padre, Espíritu Santo e Hijo" o Sol, Tierra, Naturaleza" representan a la triple manifestación de la divinidad en diferentes épocas de la Historia de la Humanidad y donde el Padre Sol representa el Poder, Fuerza y Energía, en forma de Luz, de la Divinidad; donde la Madre o Espíriru Santo representa al Poder Generador y Transmutador gracias a la intervención del Poder del Padre y en dónde el Hijo o Naturaleza es el resultado de la interacción de la Fuerza fecundadora del Padre y la Fuerza Generadora y Fecundada de la Madre, que, como resultado, da lugar a la Naturaleza fructífera del Hijo.
Esos tres poderes gnósticos son uno solo independientemente de que su manifestación sea trinitaria y ese Poder Divino, también conocido como Amor, es Cristo que se manifiesta como un Estado de Consciencia elevado que se muestra como Luz y Verdad, la Luz que proporciona la "Gnósis" y la Verdad que contiene el Conocimiento, la "Gnósis".
Quienes somos conscientes de éste Conocimiento Gnóstico que ha acompañado al Ser Humano, desde el principio del Tiempo, al manifestarlo públicamente somos considerados como paganos y herejes; en tanto que no aceptamos esa parcialidad relativa e incierta de que ese Estado de Consciencia, llámese Cristo o Buda, son tan solo una evolución elevada de unos personajes, muy concretos, conocidos como Jesús o Gautama. Chrisna, en el mito hindú, acompaña al Hombre Arjuna en su Carro de Combate y donde Arjuna es el guerrero y Chrisna su consejero divino; pero aquí, del mismo modo que con Jesús y Gautama respecto de Cristo y Buda, hay que interpretarlo como la unidad de la humanidad y de la divinidad; independientemente de que se dramátice como una Persona (Arjuna) y un Dios (Chrisna,), una Persona (Gautama) y un Estado de Consciencia (Buda), un Hombre (Jesús) y su Naturaleza Divina (Cristo) o un Faraón egipcio y el Dios (Horus) al que representa.
Los gnósticos respetamos a todas y cada una de las religiones existentes como receptáculos de un conocimiento exotérico que, mediante símbolos, metáforas y alegorías, oculta otro secreto y esotérico que solo puede ser entendido por aquellos que han despertado y sido alumbrados; el problema es que las personas religiosas, en general, al no comprender lo esotérico contenido en la simbología exotérica, no son capaces de ver esta verdad, convirtiéndolas en intransigentes, rígidas de ideas y tendentes al fanatismo supersticioso. Gracias al Cielo, no todos son así y su Chispa de Espíritu es capaz de despertar su Intuición y, con el tiempo, provocar en su interior una transmutación de sus consciencias.
Aralba R+C