domingo, 8 de mayo de 2022

Lección 80, Octavo Grado, Tercera Orden

 "Por Amor a la Verdad"


-Cuando existe un gran deseo por Despertar y contemplar la Luz-


La mayoría de la Humanidad vive dormida en un profundo letargo, donde la ilusoriedad de los sueños mantiene su dominio.


A la gente, en general, nos cuesta despertar e incluso nos enfadamos cuando se nos intenta despertar. Es por ello tan importante que despertemos, por nosotros mismos, a la Verdad de que vivimos en un mundo onírico cargado de mito, leyenda y fantasía.


El amor por la Verdad es una condición imprescindible para que podamos despertar plácidamente del sueño en el que andamos inmersos y lleguemos a contemplar la luz que nos muestra aquello que nos oculta las tinieblas.


Desde el mismo instante de nacer a éste Mundo se nos engaña y enseña a mentir, porque al parecer, se nos dice, la verdad es dolorosa y, por lo tanto, hay que ocultarla para evitar el sufrimiento.


Ondear el pendón de la verdad es problemático pues todo el mundo ira contra tí intentando que no se muestre al Mundo. No, la Verdad no debe de saberse y, lo peor de todo, es que no tienen ni idea de por qué eso es así. Simplemente, la gente reacciona como un resorte intentando que la Verdad no se muestre ante sus ojos, como si de una terrible enfermedad se tratase.


Es importante mantener, a toda costa, el engaño y no se sabe bien por qué. Hay que mantener oculta la verdad y conformarnos con la efímera apariencia de las alegorías, parábolas y fábulas que nos han contado.


El Cuento y la Ficción, son reconocidos como la Verdad que, entonces, queda en el ámbito de la ficción; si, es como si le hubiesen dado la vuelta a la tortilla y donde la mentira parece verdad y la verdad mentira.


Las grandes obras de la Humanidad, la Biblia también, están repletas de rico simbolismo. Un simbolismo alegórico en forma de mitos, leyendas, cuentos, fábulas, metáforas y parábolas que sirven para ilustrar, con palabras de éste Mundo, el verdadero Mundo Espiritual; pero ¿que sucede cuando le llega a la gente? Que, enseguida, toman ese simbolismo, cuya función es meramente ilustrar, como algo real y tangible. Algo que se pudiera comprobar con la arqueología y sus métodos científicos; pero eso no sucede porque la mayoría de lo que en esas obras se cuenta, no es Historia, aunque, a veces, pudieran estar inspiradas o basadas en hechos reales.


Es igual, sea como fuere, en general, la gente no quiere escuchar ni ver la Verdad y prefieren seguir durmiendo aletargados al amparo de las tinieblas; es decir, de la ignorancia.


Quiénes contamos la Verdad somos muy aburridos y no tenemos predicamento porque la gente espera una verdad compleja y edulcorada; es decir, un engaño mentiroso. "No, no Señor, no me cuente milongas, la verdad no puede ser tan simplona como usted nos la cuenta"


El problema surge cuando has nacido y te han educado para decir siempre la verdad. Resulta que te es imposible mentir y si lo intentas se te ponen las mejillas rojas y se te nota un montón; pero es igual, eso lo gente no lo sabe y están tan acostumbrados a mentir y a que se les mienta que no pueden comprender que alguien pudiera llegarles con la verdad. Así, se reciben del mismo modo la verdad como la mentira, como cosas útiles y accesorias o inútiles y prescindibles.


Ya, ya…, evidentemente alguien puede estar convencido de estar mostrando la verdad y, sin embargo, encontrarse equivocado, en tanto que, como cansinamente se dice, nadie posee la verdad al completo o la verdad es relativa. ¿Verdad que se escucha mucho eso?; Pero, de corazón, es una mera falacia, en tanto que la Verdad sólo se encuentra dentro de nosotros. Luego si, estamos en posesión de la verdad aunque intenten convencernos de que no. La Verdad, en modo alguno, es relativa, en tanto que es una. Lo único que es relativo es la Realidad, porque la realidad es la visión parcial que cada uno tenemos de la Verdad. La Verdad es una y la misma para todos; pero, dado que cada uno tenemos una percepción diferente, lo que cambian son las diferentes realidades.


Lo cierto es que quien no desee la Verdad no podrá ver la Verdad aunque se la pongan delante de los ojos o se la restrieguen por la cara. Hay que tener una cierta necesidad de conocer la verdad. Hay que desearla; pero sobre todas las cosas, hay que amarla. Y en éste Lugar, creo que somos muchos quienes amamos la Verdad; pero aún así, entre todos, somos pocos, muy pocos los que consideramos que solo la Verdad puede librarnos de la ignorancia y, por lo tanto, también del fanatismo y todos los males consecuentes como el egoísmo, la avaricia y el odio.


Si tu eres un enamorado de la Verdad éste es tu sitio. Siéntete tranquilo y comparte tu Verdad con nosotros como, del mismo modo, intentamos nosotros realizar aquí.


La Verdad es, al contrario de lo que se piensa, tan simple como el código binario y quiénes buscan algo complicado, pasan de largo sin verla. Nosotros, éste Lugar, somos como una suerte de Faro indicando a los navegantes donde se encuentra la Verdad. No, no, aquí no, sino dentro de tí.


Aralba R+C