sábado, 17 de septiembre de 2022

Lección 116, Octavo Grado, Tercera Orden

 "La Rosacruz y los extraterrestres"


-Cuando la Ciencia es tu mejor amiga-


Desde hace décadas se viene hablando del terremoto que se produciría en el seno de las religiones en caso de descubrirse la existencia de vida extraterrestre. Entiendo que esto, de producirse, se debería a la rigidez de los dogmas doctrinales de todas las religiones y que, en la mayoría de los casos, van a contracorriente de los nuevos descubrimientos científicos.


También se viene afirmando el que ya existe, no solo un conocimiento de vida extraterrestre sino que el contacto con ella se viene produciendo desde hace ya tiempo; pero que ese conocimiento, en mano de una reducida élite, no se publicita con el fin de no provocar ese terremoto del que hablamos en el párrafo anterior y que las religiones del Mundo no terminen desmoronándose al ser vistas, por sus feligreses, como meros cuentos de hadas sin fundamento alguno.


Bien, la Reforma propuesta por la Rosacruz, desde el Siglo XVII, intentó evitar todo lo anterior; pero, al parecer, sin demasiado éxito, en tanto que pretendía transformar el Pensamiento Religioso mágico en más racional y menos rígido conforme a la Gnósis de los primitivos cristianos, antes de que el Cristianismo fuese transformado en una Religión de Estado y que terminaría diseminándose en una infinidad de sectas tras una suerte de reforma protestante inadecuada.


Por otro lado, la Reforma Rosacruz, pretendía la construcción de una Ciencia más abierta al Pensamiento místico; pero sucedió lo contrario y la Ciencia actual posee casi tantas rigideces colegiadas como las que poseen las propias religiones. Así, se ha creado una suerte de abismo infranqueable y que separa el Pensamiento Religioso, tan dado a la credulidad del Pensamiento Científico, tan dado al escepticismo.


El descubrimiento, a todo el Mundo, no solo de que existe vida extraterrestre sino de que ya estamos en comunicación con ella, no supone un problema para las mentes abiertas y racionales; pero puede parecer una afrenta contra el fanatismo de doctrinas cerradas y nada racionales.


La Rosacruz, desde su origen, siempre ha contemplado el Cosmos como un gran Hogar de hogares separados por el abismo del Espacio Tiempo y comprende de la existencia, en dichos hogares; no solo de vida idéntica a la nuestra sino también de otra muy diferente y que no siga un patrón humanoide; pero nos preguntamos, ¿Como podría entenderse la vida extraterrestre si aún no hemos podido comunicarnos con la que ya existe a nuestro lado?.


No somos capaces de entender la Vida superior que se encuentra en el mundo vegetal. Tampoco hemos conseguido, tras mucho tipo de intentos, comunicarnos de forma aceptable con nuestros primos los primates o con las muy inteligentes orcas y delfines. Tratamos a nuestros hermanos, los animales, como ganado y fuente de alimento. Y nuestra pregunta es, ¿Como nos verá una Civilización extraterrestre lo suficientemente avanzada?, Probablemente, como verdaderas bestias asesinas sin capacidad de empatía con nuestras especies animales compañeras. Quizá como nosotros vemos a los leones respecto de los ñúes o a las orcas respecto de los delfines y otros cetáceos.


Y la pregunta del millón. ¿La vida, en todo el Universo, cumplirá con los mismos patrones violentos que se dan en nuestro Planeta?. En tanto que está demostrado que las leyes que rigen en éste Mundo son idénticas a las que rigen en cualquier otro rincón del Universo, es fácil de entender que los comportamientos serán clones unos de otros. Desde nuestros más sofisticados telescopios vemos una violencia Cósmica generalizada donde existen agujeros negros que fagocitan sistemas estelares enteros o galaxias que colisionan unas contra otras y hasta estrellas que mueren despacio o de forma explosiva convirtiéndose en supernovas y destruyendo, por tanto, sus sistemas planetarios.


Visto así, podríamos pensar que otras civilizaciones, del espacio exterior, podrían ver a los humanos como un mero banco de arenques listo para su consumo o como una mera infectación bacteriana lista para ser exterminada. Probablemente nos consideren como mero ganado listo para ser ordeñado o llevado al matadero. Éste pensamiento pudiera resultar, en extremo, pesimista; pero no deja de ser, igualmente, muy realista.


Quiero que mis amigos vean el Universo, no como un Hogar con las puertas abiertas para que sus ciudadanos anden libremente entre ellos, sino como una suerte de zoológico con espacios cerrados y bien delimitados por barreras infranqueables con el fin de que las diferentes especies no puedan mezclarse. Esas verjas, esas fronteras abismales, no dejan de ser otra cosa que el Espacio-tiempo. Nuestros ingenuos científicos, algunos, sueñan con romper esa barrera para así comunicarnos con nuestros vecinos residenciales, visitarlos o que ellos nos visiten; pero eso, tal y como está establecido según la Teoría de la Relatividad, es una imposibilidad a nivel físico; pero nada se habla de los viajes del Espíritu, tanto en Estado de Meditación como cuando dormimos y estamos soñando.


Los seres espirituales tenemos la capacidad de viajar a otros mundos sin necesidad de poner en peligro a nuestro vehículo físico, el que podría ser visto, por nuestros vecinos alienígenas, como un mero recurso alimentario más. Nuestra Residencia Cósmica está dividida en hogares particulares donde las diferentes especies puedan evolucionar hasta la Inteligencia y la Consciencia, primero, y después hacia la empatía que pudiera permitir, en un futuro incierto, la comunicación civilizada y no depredadora entre las diferentes especies.


En lo personal, no sabría determinar en qué punto nos encontramos, dado que estaría entrando en la mera especulación. Sabemos, eso sí, que la Vida es una Constante en el Universo, que esa Vida se encuentra en una constante evolución hacia la inteligencia primero y la consciencia después; pero, en mi posición actual, no podría confirmar si, como Especie, ya hemos contactado con otras especies de fuera de nuestro Planeta y si mantenemos estrechas relaciones con algunas de ellas. Pero una cosa sí sería cierta, de darse el caso. El Estado de dichas especies extraterrestres habría llegado al nivel de poder sortear las fronteras abismales que separan nuestros hogares y eso nos hace pensar que, de ser así, su consciencia y empatía, con el resto de las criaturas del Universo, debe de ser muy elevada y que, por lo tanto, nos verían más como hermanos que como mero ganado. Un Estado que, al parecer, tal y como tratamos a nuestro hermanos animales, aún no hemos alcanzado.


Según la Rosacruz nuestro Universo vendría a ser un lugar de reclusión temporal. Una suerte de laboratorio de investigación y un hospital donde sus pacientes, nosotros, podamos recuperar nuestro verdadero Ser, con nuestra Memoria Cósmica como el primer e importante paso. Nos encontramos como en una suerte de cámara hiperbarica donde nos estamos recuperando del daño producido por un accidente Cósmico y, literalmente, nos encontramos en un proceso de reconstrucción. Una reconstrucción necesaria antes de que podamos regresar a nuestro verdadero Hogar. Intuimos, casi con total certeza, de que el resto de nuestros vecinos, ya vivan a nuestro lado o en otros sectores del zoológico universal, se encuentran en idéntica situación aunque, quizá, en diferentes estadios de transformación más o menos elevados; pero necesito que se les quite la idea de que en nuestro Parque Residencial, en nuestro vecindario cósmico, existen seres divinos y que no estén en niveles semejantes al nuestro.


La Ciencia es una herramienta que nos sirve para comprender el Mundo en el que estamos encerrados y nos deberá de ayudar a descubrir el modo de salir de él, como el pollito sale del huevo tras romper su cáscara exterior. Si no somos capaces de comprender, todo lo expuesto, estaremos eternamente condenados a no poder salir del recinto en el que nos encontramos encerrados.


Quizá, cuando seamos capaces de comunicar con nuestros hermanos de la Tierra estaremos capacitados para hacerlo con nuestros hermanos de otras estrellas. Llegado ese punto, quizá debamos aunar esfuerzos para descubrir una salida única y común para todos y, una cosa muy importante, no existe futuro para la nueva Criatura si antes no se destruye el huevo. El pollito primero se alimenta de la clara y después destruye la cáscara para poder salir. Quizá, nuestro Destino no sea el de ser bedeles conservadores del zoológico cósmico sino el de elementos de destrucción masiva para romper la cáscara que nos aprisiona. ¿Eres capaz de ver, ahora, la vida con nuevos ojos?


¡Como puros depredadores estamos aquí más para destruir lo viejo que para conservarlo!


El conservacionismo nos condena a permanecer apresados en ésta Prisión. Hay que volar sus muros para poder escapar todos juntos. 


A ver cómo te lo cuento: "Somos guerreros, no borregos"


Aralba R+C