lunes, 7 de marzo de 2022

Lección 58, Octavo Grado, Tercera Orden

 "2.- Nuestra Franquicia del Colegio Invisible de la Rosacruz"


-Preparativos para el Ritual básico semanal de la Iglesia Gnóstica-Rosacruz-


En muchos lugares, por costumbres del lugar y por comodidad suelen celebrarse las reuniones de los estudiantes rosacruces los sábados por la tarde o los domingos ya sea de mañana o tarde. En realidad, el día y la hora son irrelevantes, en tanto que cuando se entra en un Templo, debidamente consagrado, se penetra en un Plano dimensional fuera del Espacio-Tiempo terrestre. Un Plano que es atemporal y que se autosincroniza con todas las otras reuniones rosacruces, ya se celebren en unos momentos u otros, separados por el tiempo y el espacio profanos.


La consagración del Templo no es un acto excepcional previo; dado que tras la primera asistencia al lugar de reunión y tras haberse desarrollado la liturgia, el Centro queda automáticamente consagrado mediante la sinergia egregórica de los presentes. 


Esa sacralidad se va haciendo mayor y amplificada mientras más sea utilizado el local para desarrollar las liturgias, realizar actos de curación o promover conferencias de tinte místico y Rosacruz; es decir, no es necesario desarrollar rituales extraordinarios ni usar inciensos, vocalizar mantrams o rezos específicos. 


Recordemos que la Rosacruz, en modo alguno, es una Religión, aunque las reuniones sí que pueden servirles, a algunos que todavía las necesitan, a modo de sucedáneo de aquellas. En éste sentido, estos pequeños e íntimos centros de Estudio, pueden servir a modo de reunión de gentes que persiguen motivos comunes en favor de su elevación espíritual y de la propia Humanidad.


El Local, Templo, antes de entrar los estudiantes rosacruces y simpatizantes, de haberlos, dado que, en modo alguno puede cerrarse a los interesados a modo de Testimonio, debe de encontrarse debidamente iluminado, ventilado, perfumado y cada cosa habilitada en el lugar que le corresponda, tal y como vimos en la Lección anterior.


Aunque no es imprescindible, si sería interesante poner una música ambiental adecuada durante algunos momentos determinados del, vamos a denominarlo "Ritual". Es decir, la música puede ser importante en determinados instantes; pero el silencio más sepulcral debe de respetarse en otros momentos y que ya iremos viendo.


Así, podríamos considerar que los siguientes miembros son imprescindibles para conformar una Célula Rosacruz básica:


1.- Un Oficiante Litúrgico encargado de llevar a cabo, sin variaciones, la rutina ritual, incluida la apertura y cierre de las cortinillas que cubren el Símbolo Rosacruz, así como de dirigir las meditaciones, canticos y los trabajos de curación que, siempre, deberán de celebrarse; es decir, no puede existir una Liturgia Rosacruz, sin que se produzca el Ritual Místico de la Curación. (Esto es de vital importancia)


2.- Un Oficiante Conferenciante encargado de dar la charla del día, ya sea de autoría propia, preferiblemente, o sacada de la extensa literatura que posee el Colegio Invisible de la Rosacruz, en caso de que el Conferenciante sea novato y no muy ducho en tales menesteres.


3.- Un encargado de encender y apagar la luces, de encender e interrumpir la música cuando sea necesario y mantener la necesaria coordinación con el resto de los oficiantes. El Tema de la música enlatada siempre que no se disponga de músicos. Lo genial sería disponer de un Grupo de música de Cámara y un piano, pianola u órgano.


4.- Un Secretario que se encargará de coordinar las charlas posteriores al trabajo litúrgico, propiamente dicho, así como de pasar a un diario las aportaciones más relevantes de las reuniones. Es trabajo del Secretario, igualmente, recordar los puntos más importantes desarrollados durante la reunión anterior así como recordar, a los asistentes, nuestras labores místicas a realizar semanalmente en nuestros hogares; a saber, comportarnos de forma adecuada conforme a los preceptos de la Mística Rosacruz. También de presentar a las visitas y eminencias si las hubiere.


El encargado de encender las luces, las encenderá y pondrá u ordenará la música previamente a que los asistentes penetren en el Templo. Es importante que el Templo permanezca iluminado y con la música puesta unos diez minutos antes de que comience a entrar el Personal. Esto se hace así para crear un ambiente egregóricos agradable y propicio.


A continuación, en silencio, irán entrando, en completo silencio, como signo de respeto, el resto de asistentes excepto los oficiantes y algún eminente visitante de existir en ese instante, los cuales entrarán un par de minutos después, cuando el resto de estudiantes se encuentren perfectamente acomodados y en perfectísimo silencio.


El Oficiante Conferenciante, el Dignatario o dignatarios visitantes y el Oficiante Litúrgico se sentarán en sus sillas correspondientes junto al Átrio y en el estrado donde se encuentra el Altar.


Parada la Música, a continuación subirá al estrado el Secretario y realizará un pequeño recordatorio de lo acontecido en la reunión anterior y comentará, con brevedad, el proceso litúrgico que vendrá a continuación, se nombrará a las personas que hayan solicitado ayuda de curación y se expondrán los trabajos místicos a realizar tras la celebración de la Liturgia, dando paso al invitado especial o dignatario, previa presentación, para que tome la palabra. Realizado su trabajo tomara asiento en el lugar apartado para el Secretario y situado en la primera fila, dando paso al invitado o, en su caso, al oficiante litúrgico. 


Tras todas las exposiciones, durante unos breves instantes se volverá a poner música, a modo de intervalo, y se retirará cuando los Invitados de haberlos o el Oficiante de la Liturgia o el conferenciante suban al estrado.


Llegados a éste punto, es importante indicar que los oficiantes, tanto litúrgico como conferenciante, sería importante que fuesen de distinto sexo; es decir si el Oficiante litúrgico fuese una Dama, el conferenciante debería de ser un Caballero y viceversa. Si por falta de miembros estosno fuese posible, se obviará y, también es importante significar, que los cargos de oficiante litúrgico y conferenciante deberían de ser intercambiables; es decir, el conferenciante de un día al siguiente pasaría a ser oficiante litúrgico y así hasta cubrir el número de miembros que asistan regularmente al Templo y que estén registrados como estudiantes rosacruces regulares, no aquellos visitantes intermitentes u ocasionales.


Entre las actuaciones de los invitados, el oficiante Litúrgico y el conferenciante se pondrá, como dijimos, música adecuada; pero está cesará inmediatamente después de que los oficiantes comiencen a tomar la palabra. La música también cesará durante el proceso que dure la meditación colectiva y el ritual de Curación que ésta conlleva. 


Esto último es importante, dado que no puede entenderse una reunión de estudiantes rosacruces sin que se produzca un acto colectivo para emitir energía curativa a favor de aquellos que lo hubieren solicitado; pero también a favor del conjunto de la Humanidad para que la salud y la paz moren en el corazón de todos los seres humanos y el el interior de la Tierra, de nuestro Sol y del Centro Galáctico.


En general, el Conferenciante ofrece su disertación después de que el oficiante litúrgico haya abierto los trabajos del Templo y previamente al Ritual de Curación que será, del mismo modo, dirigido por el Oficial Litúrgico.


También, como veremos en la siguiente lección, en determinados momentos de la Liturgia, generalmente al comienzo y al finalizar se podrá cantar, por todos los asistentes, a capella o preferiblemente con música, unos pequeños coritos que podrán haber sido extraidos de algunos cantos de las diversas escuelas rosacruces existentes o de los cantos de las iglesias protestantes o católicas siempre que no se haga mención a santos, ángeles o vírgenes u otros misterios teológicos.


Para finalizar, el Secretario desarrolla un discreto resumen de lo acontecido y a continuación realiza un breve preludio acerca de los próximos trabajos que van a acontecer en los próximos días.


En nuestro próximo trabajo pondremos un ritual base para que todo aquellos que lo deseen puedan desarrollarlo y adaptarlo a su conveniencia, en sus casas, tanto en solitario como en compañía. Más adelante seguiremos ofreciendo rituales más específicos como los que deberían de realizarse durante los solsticios y equinoccios o para dar entrada a los nuevos novicios o alumnos probatorios, así como aquellos otros que se desarrollan por otros motivos más profanos, como fueran el fallecimiento de hermanos muy queridos o la imposición de manos a los recién nacidos y el bautismo, no obligatorio, para aquellos adultos que quisieran dar testimonio público de su recibido Cristianismo Gnóstico.


Como podréis comprobar en nuestra siguiente lección, el Testimonio del Pan y del vino está implícito en el ritual básico semanal y está abierto, sin obligación alguna, a todos los participantes sin necesidad de previa confesión pública; pero si se advierte que previo al Sacramento, debe de existir una confesión privada con el Ser Interno, o sea Cristo y un verdadero acto de contrición y arrepentimiento.


Aralba R+C