miércoles, 5 de octubre de 2022

Lección 129, Octavo Grado, Tercera Orden

 "Adepto Menor-Adeptus Minor- (Caballero Rosacruz de Oriente)"


-Grado Quinto (Segunda Orden "Segunda punta del Segundo Triángulo"-


Hemos entrado en la Segunda Orden, la del Adeptado o Rosacruz, propiamente dicha. Todos los Adeptos son Rosacruces y todos los Rosacruces son Adeptos. Hasta aquí, todos eran "Estudiantes Rosacruces o Aprendices de la Rosacruz"


El Adepto Menor, en esto del Adeptado, viene a ser como un Aprendiz de algo completamente nuevo. Todos los grados anteriores, de la Primera Orden, no fueron otra cosa que la cimentación previa al Adeptado Rosacruz. El Adepto Rosacruz, aún siendo Menor, en tanto que Hermano de la Rosacruz, ya está en condiciones de formar a su Discípulo en los Misterios Menores y de ir profundizando en las enseñanzas metafísicas y sanitarias de la Orden. Algo, esto último, que se perfeccionará en el siguiente Grado, el Sexto, de Adepto Mayor, cuando haya pasado de un mero estudiante de medicina a médico.


El Adepto Menor es un Grado fundamentalmente Práctico; pero donde el Trabajo se desarrolla sobre sí mismo mediante la Meditación Mística, la Oración, la Contemplación y el Servicio; pero sin olvidar la Responsabilidad que se tiene de formar a un nuevo Discípulo aspirante a penetrar en los misterios del Adeptado con el fin de alcanzar el Estado Crístico de la Rosacruz.


El Adepto Rosacruz, dependiendo de su Grado, posee una suerte de poderes místicos que están relacionados con su fortaleza mental y de Espíritu, como pueden ser la capacidad de influir positivamente, con su mente, en otras personas. En movilizar fuerzas de la Naturaleza en beneficio de la Humanidad y realizar algunos actos científicos que a la mirada de los profanos pudieran parecer milagros.


El Adepto Menor ya no trabaja con la mera teoría respecto a la Cristificación; sino que ya posee un nivel bastante elevado de reintegración con su Maestro Interior. Esta es una característica necesaria para que un Individuo de la Especie Humana pueda considerarse como Hermano o Hermana de la Rosacruz.


Se conoce, también, a éste Grado como Príncipe Rosacruz de Oriente como recuerdo de las aventuras que el simbólico Fundador de la Fraternidad, Christian Rosentkreuz, mantuvo por dichas tierras y en dónde adquiriría los grandes conocimientos procedentes de las civilizaciones antiguas y que aquí, en Occidente, se perdieron durante toda la Edad Media debido a intereses políticos y eclesiásticos de Roma.


El Adepto Menor, como también todos los grados superiores, de ésta y de la siguiente Orden, posee la capacidad de conceder el Discipulado, a los maestros aspirantes, "el Don de Profecía", presencialmente mediante imposición de manos; pero también a distancia durante el periodo de sueño. También es un colaborador activo, dados sus obligatorios estudios médicos, de los doctores en medicina que detentan el Grado Sexto de Adepto Mayor. Está Colaboración se desarrolla tanto en el Plano Físico como místicamente en los planos internos, pudiéndose desplazar, en Espíritu y al instante, para desarrollar su labor, por espacios tan grandes como de una a otra punta del Planeta.


Todos los adeptos son tenidos como hermanos de la Rosacruz por sus discípulos e iguales; pero su grado de humildad es tan elevado que les impide considerarse a sí mismos como efectivos adeptos rosacruces; por el contrario, ellos se sienten eternos aprendices; pero cuya Maestría la muestran a sus discípulos mediante su ejemplo de Vida.


Un Adepto Menor no está exento de los vaivenes naturales de la Personalidad; pero su control emocional es extremo siendo muy difícil que alguien, tanto del mundo Profano como del Iniciático, pueda detectar sus naturales cambios de emoción. Baste decir que los tres grados de la Segunda Orden, están dirigidos a fortalecer el control de la Mente sobre las emociones.


Para finalizar, decir que los adeptos menores, a nivel social, están obligados a pasar desapercibidos entre la gente y solo mostrarse a sus discípulos cuando estos ya han alcanzado un grado cercano al Adeptado.


Palabras Clave del Adepto Menor: Control Emocional, Liderazgo Pedagógico, Discreción, Servicio desinteresado hacia los necesitados y Poder Mental sobre personas, animales y cosas.


Aralba R+C