sábado, 6 de noviembre de 2021

Lección 15, Octavo Grado, Tercera Orden

 "Hay otros universos; pero están en éste"



-O de como todo está unido y, sin embargo, separado-



Mateo 24:36


"Pero del día y la hora (del regreso de Jesucristo) nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos, (ni aún el Hijo, dice en Marcos) sino sólo mi Padre".



En la mayoría de las ocasiones se interpreta, de forma errónea, la existencia de los universos como uno al lado de los otros; es decir, como si fueran esferas cuya superficie, membrana, se tocaran entre sí. Esto no es así.



Los Universos del Pleroma están contenidos los unos dentro de los otros y, aunque parezca imposible, ocupando exactamente el mismo espacio y aún así están separados por un abismo multidimensional infranqueable, bien mostrado al final de la Parábola del Pobre Lázaro y del rico Epulón. Digamos, para entendernos, que los diferentes mundos vibran a frecuencias diferentes.



Hablamos de esferas para entendernos mediante conceptos conocidos; pero en realidad no poseen forma alguna pues el Contenedor principal, el Pleroma, es infinito y, por lo tanto, está carente de barreras y tanto puede ser una singularidad sin dimensión alguna como un objeto de dimensiones infinitas. Así los eones, como sus respectivos universos, del mismo modo, están contenidos dentro del Pleroma y no los unos al lado de los otros. 



Debemos de intentar comprender que estamos tratando con algo libre de Espacio y de Tiempo y que las referencias que ofrecemos son meras analogías; es decir, el conjunto del Todo vendría a ser algo así como una estructura, sin forma y dimensiones, infinitamente grande e infinitamente pequeña, constituida de otras infinitas estructuras del mismo orden; pero separadas por la frontera invisible de su diferente frecuencia vibratoria. Así el Universo visible finito y con fecha de caducidad, que conocemos, aún encontrándose en una contínua expansión espacio temporal, resulta a nuestra comprensión inabarcable e infinito.



Todas, absolutamente todas las "esferas interiores" están interpenetradas por el Pleroma y su Éter, el Vacío Cuántico, el único que posee omnisciencia de lo que sucede en el conjunto del resto de infinitas esferas contenidas; esto funciona, algo así, como de forma jerárquica, donde, por poner un caso, las esferas de mayor vibración tuviesen acceso a las de menor vibración; pero nunca al contrario. 



Esa es la causa de que las almas que habitamos en el Universo estemos atrapadas por una frontera impenetrable para nuestra tecnología; pero que, sin embargo, sí puede ser penetrada por la frecuencia gnóstica procedente del Pleroma. 



Eso nos hace pensar que los neutrinos, partículas procedentes de los centros estelares y de los agujeros negros, que tienen la capacidad de atravesar un planeta sin que  les oponga resistencia apreciable su masa, podrían ser parte de los rayos cósmicos procedentes de otros universos que están vibrando a una frecuencia superior.



Pues bien, la Gnósis parece ser el único Conocimiento capaz de dar explicación a todos los misterios. La cuestión es que si el Hijo, el Unigénito de Dios del que nuestro Universo forma parte, aún compartiendo la misma esencia del Pleroma, está, por decirlo así, atrapado en éste Plano de Existencia, ese es el motivo de que no posea acceso a la Información del Padre, el Pleroma.



Aralba Pensator Minister, Frater R+C