domingo, 14 de noviembre de 2021

Lección 32, Octavo Grado, Tercera Orden

"Entrevista a Antonio Ruiz Alba" (AR), por un Miembro del Colegio Invisible (CI)


CI.- Buenos días querido amigo ¿Como se encuentra usted?

AR.- No muy bien, vamos tirando solo eso 

CI.- Un poco pesimista, parece usted.

AR.- Le aseguro que no, es la pura realidad.

CI.- El mundo, acaso, ¿le está tratando mal?

AR.- Mal no, se lo aseguro, ni peor, solo lo siguiente.


CI.- Usted debe de ser alguien con muchos amigos ¿no es así?

AR.- Mal me conoce amigo, Antonio Ruiz Alba ni tiene amigos ni los desea. Tampoco yo deseo ser amigo de nadie. Los amigos siempre defraudan y rompen todos tus sueños.

CI.- Pero su familia, encontrándose cerca de usted, le verá como realmente es y lo apreciarán.

AR.- Ya veo, mi amigo, que usted es la personas que me conoce menos que nadie. Soy un desconocido para usted. Está acostumbrado a tratar con Aralba; pero yo no soy Aralba. Digamos que yo tan solo soy su arisco mayordomo o su desconfiado chófer. Para mí, actualmente, la familia significa menos que nada. Mire amigo, los familiares son sus carceleros como usted lo es para ellos. Todos somos una suerte de supervisores penitenciarios del resto. La familia no está aquí para ayudarnos a que la vida sea más fácil, sino para que actuemos según las normas de la prisión.


CI.- ¿No le parece realmente triste vivir sin familia y amigos?

AR.- Es mejor vivir con uno mismo en armonía y le aseguro que uno mismo es el único que no le va a decepcionar. Es muy triste como, a cada momento, la gente te busca cuando te necesita y te manipula para que hagas lo que ellos desean en beneficio propio; pero cuando tú necesitas su atención, simplemente no están, han desaparecido o te presentan cualquier excusa prioritaria. Escúcheme, amigo, mientras antes nos desvinculemos de la familia y de las ataduras sociales mejor para seguir nuestro camino y desarrollar nuestro trabajo.


CI.- ¿Le importa si le pregunto por Aralba?, ¿Qué es Aralba para usted?

AR.- Me temía esa pregunta. Para mí es difícil de contestar pues yo solo trabajo para Aralba y, en verdad, no conozco apenas nada de él. Solo sé que le debo lealtad a la hora de cumplir con sus mandatos, aunque en demasiadas ocasiones no entienda lo que en realidad desea.

CI.- Pero yo pensaba que ustedes dos se encontraban íntimamente unidos. No me esperaba esto.

AR.- No somos pareja si es a lo que usted se refiere. Aralba, algunas veces me saca de quicio. En realidad, le voy a ser sincero, es una de las personas a las que jamás he logrado entender. Habla de riquezas espirituales, de superioridad manifiesta; pero sabe usted, a mí me resulta muy complicado, todos los años, llegar a final de mes. Hoy, mismamente, estamos a día 13 de noviembre, pues ya tengo la cuenta en números rojos y puedo asegurarle que no tengo más gastos que cualquiera de ustedes. La comida, pago de los gastos ordinarios de la casa, gas, luz y teléfono. Le aseguro que es agobiante el deberle dinero al banco o llegar al cajero y comprobar como no te suelta dinero por falta de saldo y eso, Amigo, a Aralba pareciera que le importa un pimiento; pero bueno, él sabrá.


CI.- Con esto, me da la impresión de que su relación con Aralba no es la mejor posible ¿Cierto?

AR.- Aralba, mi amigo, siempre va a su bola, como si éste Mundo y sus necesidades materiales no existieran. Yo, por el contrario aún sufriendo dichas necesidades mundanas, un día decidí doblegarme y darle el pleno control de mi vida a Aralba; pero nunca me dijo que no podía ni debía de quejarme; de hecho poseo una enfermedad incurable, "Isquemia Cardíaca", lo cual define el tiempo de vida, aproximado, que me queda para ser un vehículo adecuado para Aralba, ustedes investiguen. Digamos que Aralba aunque nunca tuvo un Lamborghini, ahora no posee ni un 600 de los años sesenta. Está jodido para moverse porque yo estoy bien jodido.


CI.- ¿No puede Aralba hacer algo por mejorar su condición de Salud?

AR.- No puede ni quiere. Él dice que no puede interferir en mi Destino y que, pase lo que pase, se tendrá que adecuar a las características mías; es decir, de su vehículo. Él quisiera, me lo ha dicho, llevarme de regreso con él; pero, sinceramente y dada mi condición física no sé si lo logrará.


CI.- Usted piensa que Aralba ¿lo cuida, lo protege?

AR.- De eso no le quepa duda alguna. Algunas veces siento una suerte de sobreprotección que me da más que miedo, pánico.


CI.- Y ¿como es eso, no termino de entenderlo?

AR.- Le voy a contar un secreto. El miedo lo tengo para no soliviantar a nadie, porque nadie se haga enemigo mío, aunque eso, a veces resulta imposible. Mire, Aralba, aunque siempre habla de amor y cosas espirituales, he descubierto que es un Ser libre de cualquier tipo de apego o empatía. En realidad, aunque podría, en cualquier instante, sacrificarme a mí, el no daría la vida por nada y por nadie. Se parece demasiado a ese Dios despiadado de la Biblia. Él ha matado y asesinado por mí. No puede soportar que alguien me haga daño. Ha asesinado a personas y ha destruido empresas y corporaciones por solo señalarme, ningunearme y dañar mi honor y persona. Quizá sea ese el verdadero motivo por el que no quiero amigos que puedan defraudarme o famila, cerca, que intente traicionarme, porque sus vidas correrían un gravísimo peligro. Aralba, aún no siendo humano, vendría a ser todo un psicópata y sociópata de libro.


CI.- Ya le voy entendiendo, mi amigo. Usted se encuentra bajo la protección de un terrible ángel guerrero, una suerte de Miguel con su espada flamígera y sin la mínima capacidad de sentir compasión por sus enemigos y quiénes a usted intentan, de algún modo, hacele daño, se convierten, de facto, en sus enemigos a batir. Ahora entiendo el porqué busca mantenerse en soledad e intenta no llamar la atención de nadie.

AR.- Ciertamente, aquellos que nos tienen envidia les irá muy mal. Aquellos que intentan desacreditarnos con infamias serán destruidos. Aquellos que traten de hacernos daño, mediante la magia, sufrirán sus hechizos y morirán envueltos por un terrible fuego. Todo ello es terrible y penoso; pero no puedo hacer nada por evitarlo. Pues por más que he intentado interceder con él acerca de aquellos que, en sus día, se posicionaron como nuestros jurados enemigos, él se ha callado y me ha dicho, yo sé lo que tengo que hacer. Deja que realice mi trabajo sin interferencias.


CI.- Ahora puedo entender que todo su Camino esté plagado de cadáveres que han muerto en las circunstancias más adversas. Espero que sus conocidos, de toda la vida, Miren hacia atrás y comprendan todo aquello que les ha sucedido de malo y comprendan que ha sido por tratar de hacerle daño a usted.

AR.- En realidad, gracias a usted, pues no habría sabido exponerlo mejor. Si les caigo mal, por favor, váyanse lejos de mi lado, lo más lejos posible. Si intentan hacernos algún daño, por el motivo que fuere, por favor que se lo piensen mejor, pues podrían ser asesinados por Aralba, de un modo horrible. No me guarden rencor, pues su rencor acabará con ustedes. No me tengan envidia pues la envidia los consumirá hasta morir cubiertos de gusanos. No intenten utilizarse para conseguir sus objetivos pues Aralba los asesinará mediante un trágico accidente o mediante una enfermedad fulminante. ¿Me deja realizar un ruego?


CI.- Por supuesto, está usted en su casa. Diga lo que tenga que decir.

AR.- Amigos, Por favor, por su propio bien, les ruego que se alejen de mi y se olviden de mí, no me tengan odio y no busquen enfrentarme. Si Aralba se desboca y empuña su espada flamígera, de veras, no sabría cómo frenarlo, nunca he podido y ya son demasiados los muertos, con nombres y apellidos, en terribles circunstancias, que adornan las cunetas de los caminos por los que hemos transitado por el mero hecho de haberse señalado, ellos mismos, como mis enemigos jurados. Amor por Amor, siempre y, por favor, no enfrentes al Diablo. Si me odias y las cosas te van muy mal no es cosa mía, es de Aralba.


Colegio Invisible de la Rosacruz