"Mareas Temporales"
-El Universo solo es un lejano recuerdo en proceso de disipación-
Y si escucharas que todo lo que ves, sientes y piensas son meros ecos de recuerdo ya pasados, ¿Qué pensarías?
Todas tus alegrías y sufrimientos dejarían de tener relevancia alguna.
Y si se te dijera que tu verdadero Ser vive tranquilo y cómodo en un lugar apacible ¿como te lo tomarías?
Todas tus experiencia son una mera ilusión temporal de un pensamiento lejano en la Mente de Dios, porque no te engañes. Tú, como consciencia, no eres nada sino un mero apéndice de Dios abandonado a la disolución del tiempo y el espacio.
Hubo un día en el que tu Ser experimentó lo que ahora tú sientes; pero tanto tú como tus experiencias, no sois más que un mero recuerdo procedente de un tsunami mental.
Ya, nos consta, que te parece una idea loca y muy difícil de procesar por tu mente, la cual también es un recuerdo nebuloso de un tiempo ya pasado. Tus experiencias solo son como humo deshilachado cuyo destino es disolverse para confundirse en la esencia del Todo.
Todo lo que tú ahora crees percibir sucedió hace eones de tiempo. El Universo en el que crees vivir y cuyo aire crees respirar ya pasaron a mejor gloria. Tu Ser vive plácido en su hogar celeste mientras sus efímeros recuerdos se preguntan por su mera existencia y su inútil propósito en el ilusorio y caótico mundo que lo rodea.
Déjate llevar y no hagas nada. Deja que los susurros del tiempo terminen por devorarte hasta asimilarte en su divina esencia.
No te revuelvas contra la inexistencia pues hace mucho tiempo que ya cumpliste con tu propósito como vehículo para el Ser que ahora vive fuera de éste caos inútil y pasajero. Dicen que mil años son como un suspiro para el Señor Dios y el eco de tu existencia es menos que ese mero suspiro.
Eres como un fotograma de una película ya rebobinado. Una secuencia ya contemplada. No sufras ni trates de ser feliz, pues tu tiempo ya ha pasado. Ahora lo único que importa es él, tú verdadero Ser. Ahora, cierra los ojos, descansa y muere en paz para renacer en otro tiempo y otro lugar, de nuevo, como un lejano eco de un Ser que jamás tuvo un principio y jamás tendrá un final.
No sufras por algo que sucedió, muy lejos, en el pasado, no seas feliz por algo que ya sucedió hace muchísimo tiempo y del que solo los espíritus reciben su lejano eco. Lo que tú consideras el presente ya pasó y lo que para tí es un lejano futuro, para el Ser es un presente contínuo.
Siéntate apaciblemente y deja que el mundo siga girando hasta que contemples su inevitable final. Un final del que tú fuiste una parte ineludible, pues ya formas parte de su lejano pasado.
Cierra, apaciblemente, los ojos, duerme profundamente y descansa en paz.
Aralba Pensator Minister, Frater R+C